Cómo saber cuánta potencia eléctrica contratar en una vivienda

Por Lorena Barrera Nicolás

Especialista en contenido de Energía

Para contratar una potencia de luz adecuada, es necesario tener en cuenta el número de electrodomésticos, tipo de instalación y el tamaño de la vivienda.

¿Qué es la potencia eléctrica?

La potencia eléctrica es la cantidad de energía que una vivienda puede consumir de forma simultánea. O dicho de otra manera, es el factor que limita el número de electrodomésticos que se pueden conectar a la vez antes de que salte el Interruptor de Control de Potencias (ICP), más conocido con la expresión: “salten los plomos”.

Representa la parte fija de la factura con independencia del consumo realizado. Expresada en kilovatios (kW), la potencia eléctrica es un factor muy importante a la hora de determinar qué tarifa de luz contratar.

La nuevas tarifas de luz implementadas en junio de 2021 han traído consigo la posibilidad de poder contratar dos potencias eléctricas distintas cada día.

¿Cómo saber qué potencia de luz contratar?

A la hora de contratar la potencia eléctrica óptima, hay que tener en cuenta factores como el uso de los electrodomésticos y el tamaño de la vivienda.

Cabe recordar que la normativa sobre las potencias de luz varió en 2018 al permitir a los usuarios contratar tramos cada 0,1 kW, si no se superan los 15 kW. De forma que las potencias mostradas en la tabla se corresponden con tramos estándar o normalizados, como eran conocidos anteriormente.

¿Cuál es la potencia mínima que se puede contratar? Siguiendo el esquema de las antiguas potencia normalizadas, la potencia eléctrica mínima que se puede contratar es 1.15 kW, en el caso de las instalaciones monofásicas, y 3.464 kW si se dispone de una instalación trifásica. Este es una información es relevante para viviendas que se vayan a quedar mucho tiempo deshabitadas e incluso para segundas residencias.

  ¿Qué potencia contratar si la vivienda es nueva?

Si todavía no existe un alta de luz, es difícil definir cuál es la potencia que se ajusta a las necesidades de consumo. Por ello, lo primero que se debe hacer es solicitar el boletín eléctrico, pues este documento acredita el tipo de instalación, la potencia recomendada y la potencia máxima contratable que puede asumir la instalación.

  Y si es una vivienda con el suministro de baja, ¿qué potencia se puede contratar?

Por el contrario, en una vivienda con los derechos de extensión caducados en la que ya había suministro, se puede contratar a partir de una potencia eléctrica mínima de 2,3 kW.

El precio de la luz se conforma con los llamados derechos de alta: acceso, enganche y extensión. Se tratan de unos costes regulados que hay que tener en cuenta a la hora de contratar una potencia de luz.

Independientemente del tipo de vivienda, la selección de la potencia eléctrica debe ser meditada y estudiada meticulosamente, pues solo puede modificarse una vez al año.

¿Cómo calcular la potencia contratada en una vivienda?

Calcular la potencia eléctrica a contratar en un piso, chalet o negocio se consigue mediante la ponderación de varios factores como son:

 Número de electrodomésticos que se van a conectar simultáneamente.

 El consumo que genera cada electrodoméstico.

 Número de ocupantes.

 Dimensiones de la vivienda o negocio.

 Saber si se trata de una instalación monofásica o trifásica.

Es importante destacar que la potencia que se contrate deberá ser menor que la potencia máxima asumible recogida en el Boletín Eléctrico. Por ello, si es necesario contratar una potencia superior, se deberá solicitar un nuevo boletín y realizar las modificaciones correspondientes en la instalación.

Existen diversas formas de medir la cantidad de potencia eléctrica que necesita una vivienda. Al tratarse de la parte fija de la factura de luz, es recomendable dejar la tarea de calcular la potencia a un profesional, aunque también puede hacerlo cualquier consumidor.

¿Qué tipo de instalación existe para contratar una potencia eléctrica?

Existen dos tipos de instalaciones eléctricas en el caso de una vivienda o un negocio al uso: monofásicas y trifásicas.

 Monofásicas: es la instalación más habitual en las viviendas. Tiene una sola fase de corriente alterna, que distribuye la potencia entre los distintos aparatos electrónicos por igual. Su tensión normalizada se establece en 230 voltios, permitiendo contratar una potencia eléctrica de hasta 14,49 kW.

 Trifásica: más habitual en empresas, industrias o zonas rurales. Consta de tres corrientes alternas, que dividen la potencia en tres fases distintas. Su tensión normalizada se fija en 400V, pues es recomendable para potencias eléctricas por encima de los 15 kW.

Para entender las diferencias entre las instalaciones trifásica y monofásica, lo mejor es a través de un ejemplo. Si se contrata una potencia de 9 kW, una instalación monofásica dispondrá de esa pauta como límite máximo a demandar. Sin embargo, en una instalación trifásica dicha potencia se divide en 3 kW para cada fase.

En una vivienda habitual, la instalación eléctrica monofásica es la más habitual e incluso la más económica. Este tipo de instalación no solo se tiene que asociar a pisos o casas de pequeño tamaño, sino que un chalet con piscina puede tener un contador monofásico sin problemas.

¿Puede una vivienda por debajo de los 15 kW de potencia tener una instalación trifásica?

A pesar de que las instalaciones trifásicas están pensadas para grandes superficies, pueden darse las circunstancias que una vivienda - cuya potencia se sitúe por debajo de 15 kW - requiera de tres fases. Este tipo de inmuebles suelen estar equipados con un ascensor, un motor de una puerta de garaje o una depuradora de piscina.

En esta ocasión, optar por una instalación trifásica supone un incremento del precio del alquiler del contador, menos tramos de potencia disponibles y siempre se va a necesitar contratar una potencia mayor que en una instalación monofásica.

¿Se pueden contratar dos potencias eléctricas al día?

Desde junio de 2021, el Gobierno estableció una nueva regulación que afecta a la estructura de las nuevas tarifas de luz. La forma de facturar ha cambiado, tanto la potencia como el consumo.

En lo que respecta a la potencia, la nueva estructura permite definir dos potencias distintas al día. Una posibilidad que busca realizar un consumo más eficiente y, por tanto, más económico. La idea es establecer una potencia más alta en aquellos momentos de mayor demanda de electrodomésticos.

Como norma, el cambio de potencia eléctrica solo puede hacerse una vez al año. 

Las modificaciones de la potencia eléctrica contratada no tendrán coste, siempre que no se supere la mayor de las potencias que se tuvieran con anterioridad al 1 de junio de 2021.

¿Con qué compañías puedes contratar la potencia eléctrica?